Las plantas son afrodisíacos sutiles y, como el amor, actúan sin estruendo discretamente y a largo plazo. ¿Cómo no tenerles confianza si casi toda la farmacopea moderna descansa en ellas? Y, tal como sucede habitualmente en el amor, las más comunes y modestas son también las más preciosas. No es aconsejable perseguir plantas demasiadas exóticas, a menos que su obsesión sea la botánica, porque por andar por los montes buscándolas a gatas, perderá muchas ocasions de usarlas. La naturaleza es peligrosa, en su seno oculta toda suerte de alimañas y plantas ponzoñosas, fieras iracundas y bandoleros, por eso no conviene dejarse arrebatar por la curiosidad bucólica, sino aceptar con gratitud lo que produce su jardín o consigue en el mercado.
Vea nuestra lista de hierbas y especias domésticas y procure que no falten en su cocina junto al aceite puro de oliva virgen (uno de los pocos casos en que la virginidad sirve de algo), el vinagre balsámico, la mejor mostaza, la miel más pura y tantos otros ingredientes fundamentales para realzar sus platos y vida amorosa.(Tomadas del libro Afrodita de Isabel Allende).
Albahaca (ocinum bacilicum y Ocinum minimun). Huele a almuerzo dominical en el sur de Italia. Sus hojas aromáticas son indispensables en toda cocina que se respete. Es más efectiva fresca -se agrega al final- pero se puede usar seca durante la cocción de ciertos guisos. En cultos antiguos -y todavía en el vudú de Haití- la albahaca se asocia con fecundidad y pasión.
Alcaparra (Capparis spinosa). Frutos redondos y pequeños, de sabor muy fuerte, que la naturaleza ha creado para acompañamiento perfecto del pescado.
Alholva o fenogreco (Trigonella foenum-graecum). De hojas algo peludas y semillas amarillas, tiene un olor que resulta repugnante para las personas con remilgos. Es díficil encontrarla, pero la incluímos porque desde hace siglos se cree en Europa que enciende pasiones bajas y provoca sueños sensuales.
Anís (Pimpinella anisum). Es una planta de flores blancas y semillas pequeñas y aromáticas, usada en la fabricación de confites, jarabes, esencias, aliños y licores. Es la base del Pernod, licor de moda en Europa en el siglo XIX, que bebido en exceso, como el ajenjo, produce locura y muerte. No se asuste, las semillas no son mortales. En muchos países del Medio Oriente se usa para incitar al amor de los recién casados y curar la impotencia.
Azafrán (Crocus sativa). Especia de color rojo anaranjado, en filamentos o en polvo, que pinta todo de amarillo -incluso al cocinero, si se descuida- por eso en Asia se usaba para teñir telas. En Tíbet el color azafrán es sagrado. En general es una especia muy cara, pero para evitar su dejo amargo se usa poca cantidad, apenas dos o tres hebras. Es el condimento indispensable en la paella y otros platos de España y siempre delicioso con cierta clase de mariscos. Tiene prestigio como estimulante en Oriente.
En el próximo capítulo seguiremos con la lista....
No hay comentarios.:
Publicar un comentario