LO PRIMERO DE LO QUE EL NO PUEDE PRESCINDIR: SATISFACCIÓN SEXUAL

Comprender lo importante que es el sexo para el hombre, hace maravillas para la esposa.

Cuando un hombre elige una esposa, promete serle fiel por toda la vida. Esto quiere decir que él piensa que su esposa será su única pareja sexual "hasta que la muerte los separe". El hace este compromiso porque confía en que ella está tan interesada sexualmente en él como él lo está en ella. El confía que ella estará sexualmente disponible en cualquier momento que necesite hacer el amor y así satisfacer sus necesidades sexuales; al igual que ella confía en él para satisfacer sus necesidades emocionales.

Por desgracia, en muchos matrimonios el hombre descubre que haber depositado esta confianza en su mujer se ha convertido en uno de los errores más grandes de su vida. El ha acordado limitar sus experiencias sexuales a una esposa que no está dispuesta a satisfacer esa necesidad vital. Ahora él se encuentra en el río del matrimonio, pero contra corriente. Si sus convicciones morales o religiosas son fuertes, él intentará superarlo de la mejor manera posible. Algunos maridos lo logran, pero muchos no pueden hacerlo. Encuentran el desahogo sexual en cualquier otra parte.

Obviamente, para que la esposa disfrute del sexo, será necesario que reciba la ayuda de su marido. Si el esposo no le da el cariño y la ternura que necesita, dirá que él es insensible y que no tiene interés en ella. El principio de la reciprocidad se aplica en este caso, usted no puede disfrutar totalmente de su lado del matrimonio si su cónyuge no disfruta del suyo.

En conclusión, satisface las necesidades de tu cónyuge de la misma manera en que quisieras que tu cónyuge satisficiera las tuyas.