Un lugar nuevo, gente nueva, nada que resulte familiar. Esta experiencia nos ha sucedido a todos una o varias veces en la vida. Nos lleva cierto tiempo adaptarnos a las nuevas cirucnstancias. Doy gracias a Dios por toda la gente que tiende su mano a los que vienen de fuera y suavizan el filo cortante de lo nuevo con su bondad y su hospitalidad.
Amaréis al emigrante, porque emigrantes fuisteis en Egipto. Deuteronomio 10, 19.
Todos de una forma o de otra somos extranjeros pues si nos ponemos a pensar nuestro destino final no es aqui por lo tanto somos extranjeros, peregrinos en este mundo, que todo lo que damos como nuestra posecieón al final no lo es.
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